Según la Organización Mundial de la Salud, se calcula que casi 1.300 millones de personas viven con algún tipo de discapacidad visual. La conexión comienza cuando una persona ciega o con discapacidad visual solicita ayuda a través de la app, Be My Eyes envía una notificación a varios voluntarios. El trabajo de la aplicación consiste en emparejar a la persona ciega o con discapacidad visual con un voluntario sin discapacidad visual en función de su idioma y zona horaria. El primer voluntario que responde a una solicitud se conecta con el usuario y recibe vídeo en directo de la cámara trasera de su teléfono. La conexión de audio permite al usuario y al voluntario resolver la tarea juntos. 

Be My Eyes atiende a un total de 87.581 personas ciegas a través de sus más de 1.515.629 voluntarios en todo el mundo, con sólo realizar una videollamada. 

Esta comunidad online es la más grande para personas ciegas y con baja visión y una de las mayores plataformas de microvoluntariado del mundo. Cada día se inscriben más voluntarios para prestar su vista a personas ciegas y con baja visión, ayudándoles a afrontar retos y resolver problemas. La aplicación se diseñó inicialmente para facilitar las tareas de los usuarios, pero éstos afirman que también ha mejorado sus experiencias de viaje. Se sienten seguros sabiendo que, en cualquier momento de su viaje, pueden utilizar la aplicación para ponerse en contacto con alguien que les guíe o ayude.

La aplicación ha ayudado a un gran número de personas ciegas o con discapacidad visual a participar no sólo en las actividades cotidianas, sino también en actividades como viajar. Utilizar la aplicación facilita a los invidentes coger un tren, ver la información sobre los ingredientes de un menú, seguir instrucciones, ver información sobre el hotel, saber qué dirección es la correcta… 

La aplicación da confianza a los participantes para coger un vuelo, un tren o un medio de transporte para ir a algún sitio y visitar ese nuevo lugar.